03/02
Ferias de San Blas
La cocina es una profesión marcada por la vocación y la pasión, aunque sin duda no exenta de sacrificio. Lo atestiguan los tatuajes que decoran la piel de los cocineros y las cocineras vascas. Tenedores, cazuelas, mariscos y pescados, incluso pintxos en forma de Gilda o cocineros que se cuecen en su propio fuego al más puro estilo caníbal. La pasión por la gastronomía ha quedado reflejada de por vida en los cuerpos de muchos profesionales, quizá como metáfora de esa combinación de pasión y sacrificio. En este artículo hemos querido recoger algunas de esas obras realizadas sobre lienzos humanos, a modo de antología de los tatuajes de la cocina vasca. De momento van unos pocos, esperamos ir actualizando la lista. JULEN BAZ (RESTAURANTE GARENA) Uno de los jóvenes cocineros vascos prometedores del momento, del restaurante Garena situado en Dima (Bizkaia). En sus brazos luce diversos motivos que mezclan estilos como calaveras mexicanas, cefalópodos con chistera y más recientemente el símbolo de la Estrella Michelín con la que su restaurante ha sido distinguido. En sus nudillos una palabra que emula el típico tatuaje carcelario o de las bandas urbanas, pero que alterando el orden de las letras reza OÍDO en vez de ODIO. ¡Oído cocina! NAGORE IRAZUEGI (ARIMA BASQUE GASTRONOMY) Nagore Irazuegi es una de las embajadoras de la cocina vasca en Madrid, al frente del restaurante Arima junto con su pareja Rodrigo García. Allí han llevado la versión más canalla de nuestra gastronomía. Dice la leyenda, e insistimos en aquello de leyenda, que el mejor pescado se encuentra en Madrid. Besugos, lubinas, doradas... Pues bien: No sabemos cuánto hay de cierto en ello, lo que sí sabemos es que Nagore luce en su antebrazo una buena pieza adornada con flores y que a buen seguro en Arima se comen unos platos de pescado magníficos. DANI LÓPEZ (RESTAURANTE KOKOTXA) Dani López está al frente de la cocina del restaurante Kokotxa, en la calle Campanario, un rincón un tanto escondido de Donostia que atraviesa la calle Puerto por el cielo. En ocasiones, cuando acaban el servicio de cena, te puedes encontrar al equipo dándose un chapuzón nocturno en la pasarela del Náutico. Principalmente en verano, claro. Que hablamos del Cantábrico. Dani tiene varios tatuajes en sus brazos. Esos brazos que de vez en cuando usa para remar sobre una tabla en vez de agitar un puchero. SERGIO ORTIZ DE ZÁRATE (RESTAURANTE ZARATE) Capaz de cargarse a quien ose echarle tomate a la salsa vizcaína. Al menos metafóricamente hablando, pues es uno de los episodios que su alter ego protagonizará en el cómic de recetas que verá la luz próximamente, según confesó a Mantala en una de las cenas de Mahaia Kolektiboa. A un lado la raspa de un pescado (un motivo recurrente en los tatuajes que hoy nos ocupan) y al otro el fragmento de un poema de Gabriel Aresti que reza: "Nire aitaren etxea defendituko dut". O sea, "defenderé la casa de mi padre". Y añadiría, "mataré a quien eche tomate a la salsa vizcaína". XABIER DÍEZ (XARMA COOK AND CULTURE) No solo está metido en la cocina hasta el cuello. También se ha tatuado hasta las cejas. Literalmente, hasta el cuello y las cejas. Xabier Díez, junto con Aizpea Oihaneder, está al frente de Xarma Cook & Culture, un proyecto que empezó dando la brasa en la zona de Lorea y que ahora ofrece su alucinaje gastronómico en el barrio de Gros. Podría tatuarse un pimiento relleno (uno de sus platos estrella) pero lo cierto es que en su cuerpo luce tatuajes tribales, símbolos varios y alguna inscripción. EDORTA LAMO (ARREA!) Foto: Angello Eloizaga Edorta Lamo es una galería de arte en carne y hueso. Una muestra ecléctica en lo que a estilos de tatuajes se refiere. Quien se declarara creyente de la Gilda como si de una religión se tratara, lleva una tatuada en su bíceps derecho. Pintxo icónico de la gastronomía vasca. En el izquierdo asoma Jerome Chef Mc Elroy, el cocinero de la irreverente serie de animación South Park. Tenedores, cucharas, y un furtivo, el mismo que se pasea sigiloso por su nuevo restaurante Arrea! No falta el jabalí, imagen de su proyecto, que ríe a carcajadas quizá por no compartir antebrazo con el cazador furtivo de su brazo derecho. PAUL ARRILLAGA (ZAZPI SAN TELMO) Luce un bigotillo que le ha valido el apodo de Fredy Mercury por parte de su colega Roberto Ruiz, de Hika. Paul Arrillaga es uno de los cocineros más prometedores de los últimos años en la capital donostiarra. Ubicado ahora en el edificio del nuevo Museo San Telmo, a los pies del Monte Urgull, el estaurante Zazpi hace las delicias de todo aquel que se acerca a la Plaza Zuloaga con hambre, o simplemente ganas de comer. En su antebrazo, un chef se cocina a sí mismo al más puro estilo caníbal. Quizá una metáfora de lo difícil que es escapar de tu propia vocación. JAVIER VADILLO (RESTAURANTE KROMATIKO) Gaditano con un ojo puesto en Barbate y el otro en Getaria, pero afincado en Vitoria-Gasteiz. Kromatiko: Podría ser la descripción de su piel, pero es el nombre del restaurante que junto con un socio y dos socias Javier Vadillo abrió allá por julio de 2020, en plena pandemia. El tatuaje de un cuchillo simula atravesar la piel de su antebrazo. Otra vez, quizá símbolo del sadomasoquismo culinario que representa su profesión, y más en los tiempos que corren. Crustáceos, moluscos y otros seres marinos completan sus tatuajes. Los mismos bichos con los que elabora ceviches y tartares. MAITE, NORA, DANI Y DIDAC (BAR LA GRESCA) Los corazones de los miembros del equipo de La Gresca no bombean sangre. Están llenos de salsa. Son como txipirones que expulsan tinta. Dos pamplonicas (Maite Casimiro y Nora López), un santanderino (Daniel Chamorro) y un barcelonés (Didac Canudas) decidieron abrir en 2022 el Bar La Gresca de Donostia. Una historia de amor en la que el Basque Culinary Center hizo una vez más las veces de cupido. Su bandera es el respeto hacia el producto y la temporalidad. Su logo un corazón desde el que asoman botellas, colas de pescado, alcachofas, tenedores y tentáculos. El mismo que llevan tatuado en sus brazos. Todos, menos uno, que decidió que una gamba cerca del codo era suficiente. Texto y fotos by Haritz Rodriguez
Leer másLa bebida y la comida son ingredientes imprescindibles de cualquier celebración, más aún en Navidad. Suele ser una época de banquetes pantagruélicos, con los que dar lo mejor a quienes se reúnen en torno a la mesa. Hasta hace no mucho el menú tradicional de Nochebuena consistía en berza o cardo, seguido de bacalao o besugo asado, y de postre intxaursaltsa o compota de manzana. Incluso Olentzero, a quien le toca trabajar esa noche, habrá notado que las tendencias han cambiado muchísimo, pero todavía hay algunos platos que no fallan. El tripero se comería la lista de clásicos navideños al completo, pero en muchas casas se conforman con algunos de estos. Sean cuales sean, todos preparados con mimo, tiento y dulzura. Pastel de pescado Puede ser aperitivo o entrante, a menudo, acompañado con mayonesa. La receta original del budín de merluza se encuentra en La Cocina Completa, escrita por la Marquesa de Parabere en 1933. Años después, en la década de los setenta, e inspirado por el que preparaban en el restaurante Astelehena, Juan Mari Arzak lo adaptó, sustituyendo merluza con cabracho. Esta opción se hizo muy popular y se convirtió en habitual en muchas casas. También se suele preparar con txangurro. Kokotxas al pil-pil Al ser un plato fino pero caro, suele reservarse para fiestas. Cada pescado tiene una sola kokotxa y eso hace que sea un bocado de lujo. La kokotxa de bacalao y merluza son muy especiales, con un sabor suave, aspecto frágil, textura tersa y gelatinosa. Esa gelatina es imprescindible para el pil-pil; el ajo completa el sabor y la guindilla le da un toque picante. Angulas Una de las pseudo-tradiciones de estos días es mirar en las pescaderías qué precio tienen las angulas. Quienes no tengan un agujero en le bolsillo, podrán darse el capricho sin importar las cantidad de cifras del número; otros, en cambio, sólo podrás soñar con este manjar comiendo algún sucedáneo. Y es que la angula ha pasado de alimento para cerdos y gallinas en época de abundancia a ser un capricho exclusivo, especialmente, debido a la escasez de las últimas décadas. Se matan con una infusión con tabaco y se suele preparar en cazuela de barro con aceite, ajo troceado y guindilla Txangurro a la donostiarra Es una receta tradicional de la cocina vasca, sobre todo en Donostia, para comer en fechas tan especiales como las navideñas. Según el libro La cocina donostiarra, escrito por Mikel Corcuera y Manolo González, el creador de este plato con toque francés fue Félix Ibarguren Xixito. Aunque nunca tuvo un restaurante, abrió la primera escuela de cocina en Donostia en 1901. Partiendo de la lagosta a la americana, cambió ese ingrediente por el txangurro. Sopa de pescado Surgió como alimento cotidiano en los barcos, pero se ha convertido en un plato clásico. Aprovechaban el pescado de menor valor capturado en la pesca diaria para preparar un caldo nutritivo con el que reponer fuerzas y calentar el cuerpo. Aunque fue un plato de provecho de las familias humildes, muchos consideran que da la medida del nivel culinario de un restaurante. Se prepara con un fumet de pescado, marisco, almejas y rape, así como zopako, que le da un toque especial. Este pan de poca miga y corteza tostada, le aporta su color, textura y sabor distintivo a la sopa. Capón Otro alimento que no falla estos días es la carne de ave. El capón es un gallo castrado a los pocos meses para conseguir una carne más fina además de un peso y tamaño mayor. Una señal de su valor es que a fin de año los inquilinos solían dar capones a los propietarios de sus caseríos y en la Edad Media se pagaban diezmo o tributos con ellos. Tierno, sabroso y aromático, es muy adecuado para prepararlo asado y acompañarlo de frutas y salsas. También relleno, pero como la preparación requiere de muchas horas, suele reservarse para fechas especiales. Cordero El alimento más ritual. Según el Génesis, Dios pidió a Abraham que sacrificara a Isaac, pero en lugar de a su hijo mató un cordero. Se convirtió en símbolo de ofrenda en los ritos de la cultura judía y árabe y su peso religioso lo asoció a las celebraciones. Por tanto, no hay Navidad sin cordero; el cordero asado es uno de los platos estrella de esta época, especialmente, del día de Navidad. Suele ser cordero lechal al horno, de unos 7,5 kilos, ya que las piezas más grandes no son tan tiernas y su sabor es más fuerte. Intxaursaltsa Foto: Coleccionista de sabores. Cuando no existían los turrones, preparaban una especie de salsa con nueces, agua, pan, bacalao y azúcar. Como la preparación era ardua, había que picar las nueces y cocerlas, la reservaban para las Navidades. Fue cambiando con los años y en la década de los ochenta Jose Mari Gorrotxategi adaptó la receta a los nuevos tiempos, haciéndola más parecida a los postres actuales: cambio el agua por leche o nata y eliminó esos ingredientes que nos resultan extraños. Es bastante diferente a la de creación inicial, aunque la nuez siga siendo la base. A ellas se les suele añadir leche, azúcar y canela.
El txakoli (ya sea de Bizkaia, de Gipuzkoa o de Araba) ha vivido una enorme evolución en los últimos años, con la aparición de nuevos productos basados en la misma materia prima, la uva de las variedadades Hondarrabi Zuri o Beltza. Hoy en día, contamos con una amplia oferta de txakolis de todo tipo, pero además existe una creciente gama de blancos espumosos muy atractivos, ideales para disfrutar en cualquier momento pero especialmente para celebrar en las fechas señaladas que se acercan con la Navidad. Txomin Etxaniz Eugenia Espumoso blanco D.O Getariako Txakolina de la variedad Hondarrabi zuri. Elaborado con txakoli blanco, siguiendo el método tradicional y crianza en botella 3 años. Frutoso, fresco y redondo en boca, tiene buena acidez, carbónico fino y persistente. Desde Domingo Echaniz (1649) hasta la actual familia Txueka-Etxaniz, su esfuerzo ha ido ligado a la conservación de la variedad Hondarrabi, a la creación de la D.O Getariako Txakolina así como a la modernización e innovación de sus txakolis. Doniene Gorrondona Apardune Espumoso elaborado con uva Honadarribi zuri (75%) y Munemahatsa (25%) procedente de los viñedos del pago de Artatxu en Bakio. Elaborado por el método tradicional de segunda fermentación en botella, crianza y afinamiento durante un mínimo de 15 meses. Todas las labores se realizan de forma artesanal. Beldui Santi Vitcoris et Sancti Jacobi Brut Nature Un vino espumoso brut nature monovarital a partir de uva Hondarrabi zuri. Su nariz revela aromas de pizarra, flores de primavera, cítricos y melón. En boca tiene excelente volumen, acidez vivida y un paladar equilibrado. La bodega de Laudio fue una de las primeras en recuperar la vieja tradición de elaborar vino en esta comarca. Situada en un caserío del siglo XVII acoge una explotación agrícola y un restaurante y cuenta con un viñedo propio de 7 hectáreas. Rezabal Brut Nature Un vino blanco con uvas seleccionadas de la variedad Hondarrabi zuri. Una edición limitada elaborada a través del método tradicional champenoise criado en sus lías durante un mínimo de 18 meses. La bodega ubicada en Zarautz y perteneciente a la denominación de origen Getariako Txakolina, cuenta con la más avanzada tecnología, utilizando los métodos más tradicionales. En definitiva, preserva las características del producto, y la tecnología se pone al servicio de la calidad, con el fin de extraer su máxima riqueza a las uvas. Hiruzta Brut Nature Este espumoso procede de uvas autóctonas de la variedad Hondarrabi zuri, cultivadas en el viñedo de la propiedad y elaborado por el método tradicional botella a botella en la bodega. Un vino equilibrado y fresco, con una agradable sensación picante producida por el gas carbónico en la boca y una acidez muy integrada. Notas cítricas y frutales en el retrogusto y final largo y aromático. La Bodega Hiruzta de Hondarrabi es un proyecto refrente en enoturismo en Euskadi. Iniciativa de tres miembros de la familia Rekalde, un padre y sus dos hijos, que plantaron las viñas en 2007 e inauguraron la bodega con la primera añada de 2011. Inazio Urruzola Juanita Vino espumoso elaborado con uva Hondarrabi zuri mediante el método Champanoise. Un vino muy refrescante con un punto de acidez muy agradable en boca, con burbuja natural muy fina. El caserío Garaikoetxea de Alkiza del siglo XIV han recuperado la esencia del caserío, la armonía entre la naturaleza y la humanidad: viven de lo que les da la tierra. Cuidan de cerca sus viñedos situados en la ladera del monte Hernio, ya que producir vino es su afición y forma de vida. Izar-Leku Brut Vintage Un blanco espumoso elaborado 100% con uva Hondarrabi Zuri lleno de energía natural que unido a un largo proceso de crianza en botella genera un vino de gran complejidad aromática y una mineralidad salina atractiva y contundente. Ha sido proclamado como uno de los mejores espumosos de la zona por la prestigiosa The Wine Advocate de Robert Parker. Izar-Leku es un proyecto vitícola que une a las familias Zapiain y López de Lacalle. Blai Itsas Aparra Elaborada con uva Hondarrabi zuri procedente de los viñedos de Oñati con un punto de maduración temprano para acentuar su frescura. Paran la fermentanción en el momento adecuado para que el azúcar residual sea el que después refermente en la botella durante el proceso tradicional de espumado. Blai Txakolina es el resultado de una profunda pasión por el vino de sus promotores Guillermo Castaños, Ion de María y Carolina Kutz Garaizabal. Tras años de dedicación al sector vitivinícola la bodega vio la luz en 2019. Hika Txinpart El vino base está elaborado en la propia bodega con una selección de uvas de sus viñedos siguiendo el método tradicional, criado durante un total de 26 meses, primero en depósito durante 14 meses sobre sus propias lías y una segunda fermentación en botella durante 12 meses a 16ºC. Hika es una bodega de reciente creación en Villabona, donde se ha volcado toda la pasión y el entusiasmo en la elaboración de un txakoli exclusivo, moderno y elegante, hecho para disfrutar en buena compañía. Bat Gara Sutsu Espumoso a partir del método ancestral de un a sola fermentación, empieza en deposito y termina en botella donde captura el carbónico. Tras permanecer 18 meses con sus lías, se degüella y se rellena con el mismo vino. En boca entrada sedosa con una burbuja fina, fresco y elegante. Notas salinas, melocotón y un fondo de heno y frutos secos. Mayoritariamente emplean uva Hondarrabi zuri zerratia y un pequeño porcentaje de riesling. La bodega Bat Gara surge de la unión del hostelero Jose Cruz Guinea y el ganadero Jose María Gotxi, de dos formas de entender el txakoli, las variedades autóctonas y su zona. Como viticultores quieren redescubrir su zona creyendo en el potencial para elaborar vinos atlánticos fuera de los criterios normales del txakoli.
Tolosa ha sido capital y punto de encuentro de los lácteos en los últimos tres días, gracias a la feria especial ESNEKI, promovida por primera vez por el Ayuntamiento de Tolosa y Eliker. La nueva cita gastronómica ha ofrecido la oportunidad de conocer y degustar todo tipo de quesos y lácteos producidos en Euskal Herria. Y esta diversidad se ha visto reflejada en el número de participantes: más de una veintena de productores han ubicado su puesto en la feria especial y el primer concurso de quesos y productos lácteos de Euskal Herria ha contado con una alta participación: un total de 99 quesos y yogures. El concurso se ha dividido en quince categorías y el jurado compuesto por 40 personas del mundo de la gastronomía ha elegido, entre los ganadores de cada categoría, al campeón entre los campeones. El queso proveniente de la categoría de pastas blandas ‘Otzare Goine’ de Goine Berria de Asteasu ha sido galardonado con este premio principal al mejor queso de Euskal Herria. Jose Antonio Otegui Aldai ha mostrado su alegría y emoción al recoger el trofeo junto a su hija. 87 vacas en el Campeonato de Vacas Frisonas Esta mañana también se ha celebrado en el Ferial el XIII. Campeonato de Euskal Herria de Vacas Frisonas, con el objetivo de dar a conocer los logros que se han conseguido a través de la mejora genética y el trabajo diario de los ganaderos. Han participado 6 explotaciones de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, con 87 cabezas de ganado. El concurso se ha dividido en ocho secciones, en las que además del gran premio se han repartido otros cuatro premios especiales. El Gran Premio, al campeón de campeones de vacas, ha sido para Planillo de Cascante. El premio de las Novillas ha recaído en Ardeo, de Gatika. La vaca con mejor ubre ha sido también de Planillo (Cascante). Por último, el galardón honorífico a la mejor ganadería la ha obtenido la explotación Ardeo de Gatika. Una inmersión al mundo lácteo Además de la feria especial y los concursos, ESNEKI ha permitido realizar otro tipo de actividades. En el Frontón Beotibar, por ejemplo, las visitas guiadas para degustar quesos de Euskal Herria han sido todo un éxito, y se han agotado los billetes de todas las tandas. Por su parte, han sido numerosas las familias que se han acercado al espacio 'Esnetan', ubicado en el Paseo San Francisco. Entre otras cosas, han podido conocer cómo alimentar a los terneros, aprender a diferenciar los tipos de leche o conocer los entresijos del proceso de creación de los productos lácteos. “Éxito” es la palabra que ha utilizado el concejal Xarles Iturbe para definir esta primera edición de ESNEKI. “La de hoy es una muestra de ello, pero la respuesta recibida en los dos días anteriores también nos lo ha demostrado. El sector también ha respondido, aunque no esté viviendo los mejores tiempos. Y eso también es importante, para salir reforzados. En definitiva, el queso, los lácteos, incluso la leche, son la base de nuestra alimentación, y para que así sea, debemos ponerlo en valor. Y, si eso se puede hacer haciendo disfrutar, mejor aún», explica Iturbe.
El gastrónomo y Premio Nacional de Gastronomía 2018 Mikel Zeberio (Ataun, 1952) recibió el pasado 26 de octubre un sentido homenaje en el Restaurante LABe de tabakalera, organizado por Mantala y AZ Gastronomía, la asesoría gastronómica de Aitzol Zugasti. El evento fue organizado sin conocimiento del homenajeado, quien aseguró nada más llegar al restaurante y encontrarse con una nutrida y variada representación de la gastronomía vasca que “algo me olía”. Aunque así lo fuera, la sorpresa quedo patente en el rostro de Zeberio, quien a duras penas pudo contener la emoción al descubrir “el complot” que habían urdido sus compañeros y compañeras de viaje. Entre los asistentes estuvieron presentes grandes cocineros y cocineras como Elena Arzak, Martín Berasategui, Pedro Subijana, Hilario Arbelaitz, Gorka Txapartegi, Pili Manterola, Ander Gonzalez, Beñat Ormaetxea, Segio Ortiz de Zárate, Iker Zabaleta y Aitor Arregi así como productores como Miguel Zapiain, Amaia Arguiñano y Demetrio Terradillos. No faltaron representantes de la cultura vasca, y entre ellas Maddalen Lujambio, quien dedicó unos bertsos al homenajeado. También estuvieron presentes Marimar Churruca (Academia Vasca de Gastronomía), Jesús Mari Ormaetxea (Cofradía del Queso Idiazabal) y profesores del Basque Culinary Center como Iñaki Álava o Luisa López. Tras un extraordinario cóctel, todos los asistentes compartieron mesas para degustar una magnífica cena, no sin antes escuchar a Imanol Zubelzu (coordinador de Mantala), a Joxe mari Aizega (director del Basque Culianry Center) y a Bittor Oroz (Viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco). Aizega recordó la vez que se reunió con Zeberio para definir el todavía incipiente proyecto del BCC, y cómo se dio cuenta que había dado con la persona acertada para tratar de estas cuestiones, pues “lo sabe todo respecto a la gastronomía”. Y es que Zeberio es una enciclopedia viviente en lo que se refiere a los productos y a los fogones, tanto de aquí como de allá. Oroz también quiso contar alguna anécdota, en concreto cómo suele reivindicar “la nacionalidad guipuzcoana” de Mikel Zeberio, quien aunque como el viceconsejero es de Ataun, tiene mucha relación con Bilbao. Según Oroz, “cuando todo el mundo quiere que alguien sea de su pueblo” es señal de que es una persona muy querida como Zeberio. El cóctel lo prepararon entre graduados de diferentes promociones del Basque Culinary Center como Iñaki Tellería (Restaurante Kuko), Javi Rivero y Gorka Rico (AMA taberna), Imanol Iraola (Sharma cátering), Ander Rodríguez y Rocío Maeso (Restaurante Narru). La cena consistió en un auténtico banquete elaborado con producto proveniente de muchos productores que han compartido experiencia el homenajeado, como Terrabuey, Bacalao Giraldo, Jamón Joselito, Petramora, Txakoli K5, Sidra Urbitarte o Marqués de Riscal. En los fogones estuvo trabajando un auténtico dream team formado por Josean Merino (PerretxiCo), Aitor Elizegi (Bascook), Andoni Arrieta (Bacalao Giraldo), Juan Antonio Zaldua (Baserri Maitea) y Jorge Guijarro (La Brasería de Cuellar). La velada terminó con una charla, en la que Aitzol Zugasti entrevistó a varios de los presentes para sacarles alguna que otra anécdota. Aitor Elizegi, Hilario Arbelaitz y Demetrio Terradillos recordaron algunas vivencias compartidas con el protagonista, y todos ellos coincidieron en su valía y en la importancia de contar con maestros gastrónomos como Mikel Zeberio. Como colofón, el homenajeado recibió un ramo de flores y una txapela de la mano de algunos de quienes en su día fueron sus alumnos en el Basque Culinary Center y que hoy regentan su propio restaurante.