12/12
Cena GastroGaztea
Doce chefs de Mahaia Kolektiboa elaboraron un emocionante y distinguido menú en una velada en la que se rindió tributo a la realidad culinaria de Euskadi. Gastronomía y cultura, tradición y raíces, identidad y evolución. Estos fueron los conceptos sobre los que se desarrolló la propuesta culinaria de los chefs de Mahaia Kolektiboa para deslumbrar a los más de 150 invitados en una cena de gala que tuvo lugar en el Club Financiero de la calle Génova, en Madrid.La cita transcendió los límites de la gastronomía para permitir a los comensales explorar todo aquello que no se ve y forma parte de la mejor gastronomía vasca. Una gastronomía que se transforma y metamorfosea gracias a las nuevas miradas de quienes la moldean, en este caso, los 12 chefs en representación de Mahaia Kolektiboa.El sobresaliente equipo de cocineros y cocineras estuvo compuesto por Paul Arrillaga, de 'Zazpi'; Gorka Txapartegi, de 'Alameda'; Roberto Ruiz, de 'HIKA'; Pili Manterola, de 'Iribar'; Pablo Loureiro, de 'Casa Urola'; Jon Ayala, de ‘Laia Erretegia'; Gorka Rico, de 'Ama'; Enrique Fleischmann, de ‘Bailara’; Juan Carlos Caro, de 'Zelai Txiki’; Xabier Gorrotxategi, de 'Casa Julián', Ismael Iglesias de ‘Rita' y Paolo Herranz, de 'Elkano Txiki’. Todo ellos trabajaron bajo la atenta mirada y con colaboración de Nino Redruello, chef y anfitrión del Club Financiero.Los platos que pudieron disfrutarse fueron un fiel reflejo de la filosofía del grupo: territorio y producto de proximidad para crear una oferta gastronómica más actual y contemporánea. Esta declaración de intenciones quedó patente desde el cóctel que precedió a la cena: bonito con piperrada, crema caliente de alubias con guindilla de Ibarra, kokotxas de bacalao al pil pil, taco de txuleta, buñuelo de caza y tosta con rillete de pichón. Este aperitivo, que pudo desgustarse al ritmo de la música en directo, corrió a cargo de los capitanes de los restaurantes ’Zazpi’, ‘Iribar’, ‘Alameda’, ‘Rita’ y ‘Casa Julián’. El menú comenzó con un salpicón de langosta de 'Elkano Txiki’ para seguirlo con el txangurro con puerro y jengibre obra del ‘Zazpi’. Por su parte, el equipo del ‘Alameda’ acercó a los comensales a la costa guipuzcoana con un txipiron Kaia zaharra con caldo yodado y un ajoarriero de bogavante y bacalao. Gorka Txapartegi, gobernante de este último restaurante, hizo hincapié en la importancia del producto de proximidad y el valor de la comunidad que se genera entorno a una gastronomía que integra múltiples sectores. Después, la propuesta otoñal acorde a la temporada de Pablo Loureiro fue un plato de setas con sopa de ajo. Y, por su parte, Jon Ayala fue más allá y presentó una elegante txuleta con jugo de callos. Por último, antes de pasar a los postres, Gorka Rico, del restaurante AMA, cocinó un jugoso lomo de una raza de oveja autóctona denominada Sasi Ardi, procendente de la Sierra de Aralar. Gorka destacó la importancia de tener en cuenta la cultura y la influencia de las tradiciones para continuar innovando en la cocina. Acompañó este plato que evocaba la montaña y el pastoreo con un pequeño pan de queso Idiazabal.El primer postre corrió también de su mano. Para desengrasar, sirvió una refrescante manzana cortados en gajos e inyectada con jugo de diferentes cítricos. Plato inspirado también en el territorio vasco.Y para finalizar, el remate dulce corrió a cargo de Juan Carlos Caro. Elaboró, por un lado, una delicada tarta de manzana con helado de miel y garrapiñado de nueces y, por otro, un curioso y goloso bombón de txakoli. Caro, aprovechó la ocasión para basar su propuesta en tres productos con ADN puramente vasco: miel, manzana y nueces. Identidad llevado al plato. La experiencia, estuvo acompañada por los vinos elegidos por el equipo de Basque Wine. Se escogieron opciones fieles también al discurso de esta nueva mirada de la gastronomía vasca: un espumoso de HIKA Txinpart Basque Brut, un txakoli de Hiruzta y una sidra de hielo de Zapiain Bizi-Goxo, entre otros. En definitiva, una velada inspiradora en la que se puso en valor el territorio vasco, su identidad y su cultura. Una mirada al futuro que se plasma a través de unos platos tras los cuales priman los productos de cercanía y la comunidad y la sostenibilidad que estos generan. Pilares fundamentales del modo actual de ver la cocina vasca para todo el equipo de Mahaia-Kolektiboa.
Leer másCoorganizada por Bisubi Fundazioa y Mantala, la segunda edición de la “Euskal Gastronomiaren Topaketa” se celebró, en esta ocasión, en Bizkaia. El exitoso evento se convirtió en punto de encuentro para diferentes cocineros, productores, asociaciones y organizaciones relacionadas con la gastronomía y la responsabilidad social en Euskal Herria. Una experiencia única y enriquecedora para poner en valor la tradición y la gastronomía de nuestra tierra. El pasado mes de junio tuvo lugar la segunda edición de la ‘Euskal Gastronomiaren Topaketa - Encuentro de la Gastronomía Vasca’ en las vizcaínas campas de Sukarrieta, en el espacio BBK Klima en Urdaibai. En este entorno al aire libre, se dieron cita múltiples representantes del sector gastronómico vasco con el objetivo de intercambiar visiones y reflexionar sobre el camino a seguir hacia un futuro más sostenible. Los diferentes integrantes de la cadena de valor de la gastronomía: chefs, productores, emprendedores y emprendedoras, industria gastronómica e instituciones celebraron el poder verse las caras en una jornada única. La comunidad gastronómica unió fuerzas y compartió sus conocimientos y visiones a través de mesas redondas, talleres y actuaciones culturales. En el evento participaron alrededor de 250 profesionales del sector gastronómico, así como, centenares de personas que decidieron acudir a la fiesta. https://www.youtube.com/watch?v=E2oYYIFz5T0 Fuente: BISUBI FUNDAZIOA La primera parte de la jornada se desarrolló entre las ponencias de diversos perfiles que sirvieron para conocer historias, puntos de vista y experiencias. Testimonios enfocados a tratar de entender mejor tanto la realidad del panorama actual, como el camino a seguir hacia un futuro más sostenible en términos sociales, económicos y culturales. Entre otros, compartieron su visión con los asistentes Amaia Arguiñano (BodegaK5), Lara Martin (Bisubi), Lorea Uribarri (BKHG), Julen Baz (Garena), Gorka Txapartegi (Alameda), Edorta Lamo (Arrea), Xabier Zabaleta (Jakitea), Roberto Ruiz (Mahaia), Jone Markaida (Leku Ona) o Malen Sarasua (Esneki Leartike). Todos ellos, trataron de tender puentes comunes y defendieron la importancia de la comunicación entre los diferentes actores del sector gastronómico y la necesidad de apoyarse mutuamente. El plato fuerte del día, como no podía ser de otra manera, fue el multitudinario almuerzo del que pudieron disfrutar todas las personas asistentes a la quedada. Elaborado por los cocineros y cocineras y productores y productoras de Bisubi Fundazioa, junto con chefs invitados de Gipuzkoa y Araba, se llevó a cabo en una gran campa al aire libre. Afortunadamente, y contra todo pronóstico, el sol hizo acto de presencia y el acontecimiento se desarrolló con un clima inmejorable. También participaron y amenizaron el día destacados artistas del ámbito de la cultura vasca, como la bailarina Amaia Elizaran o la bertsolari Alaia Martín. https://www.youtube.com/watch?v=WS62XJuf8uA Fuente: BISUBI FUNDAZIOA Se prepararon varias hogueras sobre el terreno para disfrutar de las tradicionales “putxeras” de alubias con sacramentos de la mano de Jokin Salaberri, Xabier Zubiaga, Jon Andoni Martínez (de la Cofradía de la Putxera) y Laura Muñoz (del Urgora, en Araba). Por otra lado, Txema Llamosas (Casa Garras), Aitor Martínez (Cofradía de la Putxera), Jose Mari Aguirre (La Roca) e Idoia Bilbao (talogile) prepararon un suculento guiso de patatas, también en “putxera” y sobre las mencionadas hogueras.Sergio Ortiz de Zárate (Zarate) hizo un arroz marinero al fuego y Joseba Irusta (Gure Etxea) se lanzó con una gran parrillada de pescado. Oscar García Baldeón (Txakoli Simón) y Xabier Zabaleta (Aratz, Gipuzkoa) fueron los encargados de la carne: potro y vaca sobre las brasas, en este caso. Además, se degustaron cuatro pintxos de cocina de vanguardia elaborados por Luiscar Sanz (Mugarra), Álvaro Garrido (Mina), Manuel Eduardo Rodríguez (Haritza) y Josemi Olazabalaga (Aizian). Del mismo modo, hubo también diferentes puntos para poder degustar panes de Euskal Ogiak, quesos de Euskadi, postres artesanales de Euskal Gozogileak y Kaitxo; y bebidas de Basque Wine, La Salve, Insalus, Boga Garagardoa y Laugar Brewery. Tanto el público asistente como los diferentes participantes de la feria, calificaron el evento de necesario y destacaron el valor de incorporar los principios del desarrollo sostenible a la gastronomía. El encuentro, que fue todo un éxito, sirvió para dar voz y promocionar a todas esas personas que viven de la comida y transmiten conocimientos y cultura a través de la misma. Bejondeizuela!
En septiembre se celebró en Donostia un encuentro en el que se abordaron los actuales retos a los que se enfrenta la gastronomía vasca, en el marco de la 42ª edición de los Cursos de Verano organizados por la UPV/EHU. En la mesa redonda con la que concluyó el acto, los diferentes expertos y participantes convergieron sobre la necesidad de construir una red profesional de consejeros para ayudar a los jóvenes emprendedores en gastronomía y, así, tratar de garantizar proyectos prometedores y de éxito. Como anfitrión de la cita, Mantala Basque Gastronomy recogió el testigo. La actual edición de los Cursos de Verano de la UPV/EHU ofreció un total de 152 coloquios inspiradores dirigidos a afrontar los retos actuales a los que se enfrenta nuestra sociedad. Este año, se hizo hincapié, entre otros temas, en la importancia de una economía social transformadora, el protagonismo y poder de los jóvenes, y su correcto desarrollo profesional. La sostenibilidad, el futuro y el impulso de los proyectos venideros fueron algunos de los ejes vertebradores de las lecciones impartidas.En este contexto, de la mano del Basque Culinary Center y Mantala Basque Gastronomy, la primera semana de septiembre se reunieron en Donostia diferentes actores del panorama gastronómico vasco. Pusieron sobre la mesa una propuesta de formación en un encuentro participativo que estuvo centrado en el desarrollo sostenible de la gastronomía en Euskadi, sus retos y las oportunidades. Una velada perfecta para debatir sobre los desafíos en cuanto a la creación de una comunidad más potente, la excelencia basada en el territorio y la búsqueda de un futuro más equilibrado. A lo largo de la jornada, se trataron temas como la soberanía alimentaria en las nuevas sociedades y las formas actuales de abastecimiento y consumo. Se habló de los hitos necesarios para una evolución lógica y correcta tanto de la restauración como de la alimentación en el País Vasco y, también, de la necesidad de una mayor cohesión entre dicha restauración y el desarrollo del territorio rural. En este sentido, el valor de fomentar la colaboración de los principales agentes sociales y activos de la gastronomía fue uno de los temas más discutidos. Bittor Oroz, Viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, recalcó la importancia de trabajar en equipo y remar juntos en la misma dirección, en pos de una mayor unidad y una mejor estructuración y reparto de los recursos. Por su parte, Joxe Mari Aizega, Director General del Basque Culinary Center, manifestó la imperiosa necesidad de apoyar a los más jóvenes. El objetivo sería el de fortalecer los canales de comunicación entre los diferentes representantes de la gastronomía.Profesionales de referencia como Pedro Subijana y Aitor Arregui, coincidieron en que el cambio hacia un futuro más sostenible y equilibrado provendrá de los pequeños gestos, de las aspiraciones de los jóvenes y de “una actitud y una visión personal positiva”. Una visión que, según Amaia Arguiñano, directora de la bodega K5, debería basarse en el equilibrio entre la innovación y la tradición. Pensar el futuro con un pie en el pasado.A su vez, el paisajista y agrónomo Jakoba Errekondo trajo a colación la inherente relación existente entra la cultura y la tierra. Habló sobre el valor de reforzar el concepto de “culturización de la tradición y la necesidad de adaptarla al presente”. Destacó el interés general por garantizar unos precios justos para los productos agrícolas que permitan el natural y lógico relevo generacional en el primer sector. Según sus palabras, Errekondo considera que, además, “es la única manera de poder hacer frente a las nuevas formas de consumo y producción”. La trascendencia de trabajar la cohesión y la transmisión de saberes entre distintas generaciones resultó ser el germen de la propuesta que surgió en la mesa redonda que puso punto y final al acto. En esta plaza, a través de una visión holística, se compartieron opiniones e ideas actuales teniendo siempre presente la situación que se vive en Euskal Herria. Los diferentes expertos y participantes estuvieron de acuerdo en la necesidad de construir una red de facilitadores para compartir correctamente el vasto conocimiento en torno de la gastronomía existente en nuestro territorio. La clave, convinieron, estaría en transmitir esa sabiduría a los jóvenes que asumen riesgos y tienen voluntad de extender el legado. De este modo, la plataforma nace con la vocación de ser el primer entramado de profesionales al servicio de dichos jóvenes emprendedores con proyectos que requieran de apoyo, consejo y asesoramiento especializado.Así las cosas, la mirada se dirige hacia un horizonte que propone una percepción más amplia y estratégica de la gastronomía. En el que se reconoce el valor de volver a conectar el campo, la ecología y el consumo local. Y donde resulta menester dar impulso a los planes de los más jóvenes. Por todo ello, la intención de constituir una red de facilitadores fue cobrando sentido y todos los agentes implicados en la impartición de este curso estuvieron de acuerdo en lo acertado de la idea. No hubo lugar a dudas de que existe la necesidad de crear un sistema de apoyo a los emprendedores para que, al mismo tiempo que se aconseja y se ayuda, se garanticen un correcto desarrollo y una evolución sostenible del ecosistema gastronómico.Por tanto, como impulsores del curso y garantes del desarrollo de proyectos innovadores relacionados con la gastronomía vasca, MANTALA Basque Gastronomy y el Basque Culinary Center, comenzarán a trabajar en la construcción de una estructura y una plataforma para dar soporte a la savia nueva y sus propósitos. Siempre, con la intención de cultivar un porvenir más alentador y un ecosistema gastronómico más cohesionado, socialmente hablando. Porque solos podremos ir más rápido, pero juntos llegaremos más lejos. La nueva misión ya está en marcha y comienzan a darse los primeros pasos hacia ese anhelado futuro colaborativo.
La cocina es una profesión marcada por la vocación y la pasión, aunque sin duda no exenta de sacrificio. Lo atestiguan los tatuajes que decoran la piel de los cocineros y las cocineras vascas. Tenedores, cazuelas, mariscos y pescados, incluso pintxos en forma de Gilda o cocineros que se cuecen en su propio fuego al más puro estilo caníbal. La pasión por la gastronomía ha quedado reflejada de por vida en los cuerpos de muchos profesionales, quizá como metáfora de esa combinación de pasión y sacrificio. En este artículo hemos querido recoger algunas de esas obras realizadas sobre lienzos humanos, a modo de antología de los tatuajes de la cocina vasca. De momento van unos pocos, esperamos ir actualizando la lista. JULEN BAZ (RESTAURANTE GARENA) Uno de los jóvenes cocineros vascos prometedores del momento, del restaurante Garena situado en Dima (Bizkaia). En sus brazos luce diversos motivos que mezclan estilos como calaveras mexicanas, cefalópodos con chistera y más recientemente el símbolo de la Estrella Michelín con la que su restaurante ha sido distinguido. En sus nudillos una palabra que emula el típico tatuaje carcelario o de las bandas urbanas, pero que alterando el orden de las letras reza OÍDO en vez de ODIO. ¡Oído cocina! NAGORE IRAZUEGI (ARIMA BASQUE GASTRONOMY) Nagore Irazuegi es una de las embajadoras de la cocina vasca en Madrid, al frente del restaurante Arima junto con su pareja Rodrigo García. Allí han llevado la versión más canalla de nuestra gastronomía. Dice la leyenda, e insistimos en aquello de leyenda, que el mejor pescado se encuentra en Madrid. Besugos, lubinas, doradas... Pues bien: No sabemos cuánto hay de cierto en ello, lo que sí sabemos es que Nagore luce en su antebrazo una buena pieza adornada con flores y que a buen seguro en Arima se comen unos platos de pescado magníficos. DANI LÓPEZ (RESTAURANTE KOKOTXA) Dani López está al frente de la cocina del restaurante Kokotxa, en la calle Campanario, un rincón un tanto escondido de Donostia que atraviesa la calle Puerto por el cielo. En ocasiones, cuando acaban el servicio de cena, te puedes encontrar al equipo dándose un chapuzón nocturno en la pasarela del Náutico. Principalmente en verano, claro. Que hablamos del Cantábrico. Dani tiene varios tatuajes en sus brazos. Esos brazos que de vez en cuando usa para remar sobre una tabla en vez de agitar un puchero. SERGIO ORTIZ DE ZÁRATE (RESTAURANTE ZARATE) Capaz de cargarse a quien ose echarle tomate a la salsa vizcaína. Al menos metafóricamente hablando, pues es uno de los episodios que su alter ego protagonizará en el cómic de recetas que verá la luz próximamente, según confesó a Mantala en una de las cenas de Mahaia Kolektiboa. A un lado la raspa de un pescado (un motivo recurrente en los tatuajes que hoy nos ocupan) y al otro el fragmento de un poema de Gabriel Aresti que reza: "Nire aitaren etxea defendituko dut". O sea, "defenderé la casa de mi padre". Y añadiría, "mataré a quien eche tomate a la salsa vizcaína". XABIER DÍEZ (XARMA COOK AND CULTURE) No solo está metido en la cocina hasta el cuello. También se ha tatuado hasta las cejas. Literalmente, hasta el cuello y las cejas. Xabier Díez, junto con Aizpea Oihaneder, está al frente de Xarma Cook & Culture, un proyecto que empezó dando la brasa en la zona de Lorea y que ahora ofrece su alucinaje gastronómico en el barrio de Gros. Podría tatuarse un pimiento relleno (uno de sus platos estrella) pero lo cierto es que en su cuerpo luce tatuajes tribales, símbolos varios y alguna inscripción. EDORTA LAMO (ARREA!) Foto: Angello Eloizaga Edorta Lamo es una galería de arte en carne y hueso. Una muestra ecléctica en lo que a estilos de tatuajes se refiere. Quien se declarara creyente de la Gilda como si de una religión se tratara, lleva una tatuada en su bíceps derecho. Pintxo icónico de la gastronomía vasca. En el izquierdo asoma Jerome Chef Mc Elroy, el cocinero de la irreverente serie de animación South Park. Tenedores, cucharas, y un furtivo, el mismo que se pasea sigiloso por su nuevo restaurante Arrea! No falta el jabalí, imagen de su proyecto, que ríe a carcajadas quizá por no compartir antebrazo con el cazador furtivo de su brazo derecho. PAUL ARRILLAGA (ZAZPI SAN TELMO) Luce un bigotillo que le ha valido el apodo de Fredy Mercury por parte de su colega Roberto Ruiz, de Hika. Paul Arrillaga es uno de los cocineros más prometedores de los últimos años en la capital donostiarra. Ubicado ahora en el edificio del nuevo Museo San Telmo, a los pies del Monte Urgull, el estaurante Zazpi hace las delicias de todo aquel que se acerca a la Plaza Zuloaga con hambre, o simplemente ganas de comer. En su antebrazo, un chef se cocina a sí mismo al más puro estilo caníbal. Quizá una metáfora de lo difícil que es escapar de tu propia vocación. JAVIER VADILLO (RESTAURANTE KROMATIKO) Gaditano con un ojo puesto en Barbate y el otro en Getaria, pero afincado en Vitoria-Gasteiz. Kromatiko: Podría ser la descripción de su piel, pero es el nombre del restaurante que junto con un socio y dos socias Javier Vadillo abrió allá por julio de 2020, en plena pandemia. El tatuaje de un cuchillo simula atravesar la piel de su antebrazo. Otra vez, quizá símbolo del sadomasoquismo culinario que representa su profesión, y más en los tiempos que corren. Crustáceos, moluscos y otros seres marinos completan sus tatuajes. Los mismos bichos con los que elabora ceviches y tartares. MAITE, NORA, DANI Y DIDAC (BAR LA GRESCA) Los corazones de los miembros del equipo de La Gresca no bombean sangre. Están llenos de salsa. Son como txipirones que expulsan tinta. Dos pamplonicas (Maite Casimiro y Nora López), un santanderino (Daniel Chamorro) y un barcelonés (Didac Canudas) decidieron abrir en 2022 el Bar La Gresca de Donostia. Una historia de amor en la que el Basque Culinary Center hizo una vez más las veces de cupido. Su bandera es el respeto hacia el producto y la temporalidad. Su logo un corazón desde el que asoman botellas, colas de pescado, alcachofas, tenedores y tentáculos. El mismo que llevan tatuado en sus brazos. Todos, menos uno, que decidió que una gamba cerca del codo era suficiente. Texto y fotos by Haritz Rodriguez
La bebida y la comida son ingredientes imprescindibles de cualquier celebración, más aún en Navidad. Suele ser una época de banquetes pantagruélicos, con los que dar lo mejor a quienes se reúnen en torno a la mesa. Hasta hace no mucho el menú tradicional de Nochebuena consistía en berza o cardo, seguido de bacalao o besugo asado, y de postre intxaursaltsa o compota de manzana. Incluso Olentzero, a quien le toca trabajar esa noche, habrá notado que las tendencias han cambiado muchísimo, pero todavía hay algunos platos que no fallan. El tripero se comería la lista de clásicos navideños al completo, pero en muchas casas se conforman con algunos de estos. Sean cuales sean, todos preparados con mimo, tiento y dulzura. Pastel de pescado Puede ser aperitivo o entrante, a menudo, acompañado con mayonesa. La receta original del budín de merluza se encuentra en La Cocina Completa, escrita por la Marquesa de Parabere en 1933. Años después, en la década de los setenta, e inspirado por el que preparaban en el restaurante Astelehena, Juan Mari Arzak lo adaptó, sustituyendo merluza con cabracho. Esta opción se hizo muy popular y se convirtió en habitual en muchas casas. También se suele preparar con txangurro. Kokotxas al pil-pil Al ser un plato fino pero caro, suele reservarse para fiestas. Cada pescado tiene una sola kokotxa y eso hace que sea un bocado de lujo. La kokotxa de bacalao y merluza son muy especiales, con un sabor suave, aspecto frágil, textura tersa y gelatinosa. Esa gelatina es imprescindible para el pil-pil; el ajo completa el sabor y la guindilla le da un toque picante. Angulas Una de las pseudo-tradiciones de estos días es mirar en las pescaderías qué precio tienen las angulas. Quienes no tengan un agujero en le bolsillo, podrán darse el capricho sin importar las cantidad de cifras del número; otros, en cambio, sólo podrás soñar con este manjar comiendo algún sucedáneo. Y es que la angula ha pasado de alimento para cerdos y gallinas en época de abundancia a ser un capricho exclusivo, especialmente, debido a la escasez de las últimas décadas. Se matan con una infusión con tabaco y se suele preparar en cazuela de barro con aceite, ajo troceado y guindilla Txangurro a la donostiarra Es una receta tradicional de la cocina vasca, sobre todo en Donostia, para comer en fechas tan especiales como las navideñas. Según el libro La cocina donostiarra, escrito por Mikel Corcuera y Manolo González, el creador de este plato con toque francés fue Félix Ibarguren Xixito. Aunque nunca tuvo un restaurante, abrió la primera escuela de cocina en Donostia en 1901. Partiendo de la lagosta a la americana, cambió ese ingrediente por el txangurro. Sopa de pescado Surgió como alimento cotidiano en los barcos, pero se ha convertido en un plato clásico. Aprovechaban el pescado de menor valor capturado en la pesca diaria para preparar un caldo nutritivo con el que reponer fuerzas y calentar el cuerpo. Aunque fue un plato de provecho de las familias humildes, muchos consideran que da la medida del nivel culinario de un restaurante. Se prepara con un fumet de pescado, marisco, almejas y rape, así como zopako, que le da un toque especial. Este pan de poca miga y corteza tostada, le aporta su color, textura y sabor distintivo a la sopa. Capón Otro alimento que no falla estos días es la carne de ave. El capón es un gallo castrado a los pocos meses para conseguir una carne más fina además de un peso y tamaño mayor. Una señal de su valor es que a fin de año los inquilinos solían dar capones a los propietarios de sus caseríos y en la Edad Media se pagaban diezmo o tributos con ellos. Tierno, sabroso y aromático, es muy adecuado para prepararlo asado y acompañarlo de frutas y salsas. También relleno, pero como la preparación requiere de muchas horas, suele reservarse para fechas especiales. Cordero El alimento más ritual. Según el Génesis, Dios pidió a Abraham que sacrificara a Isaac, pero en lugar de a su hijo mató un cordero. Se convirtió en símbolo de ofrenda en los ritos de la cultura judía y árabe y su peso religioso lo asoció a las celebraciones. Por tanto, no hay Navidad sin cordero; el cordero asado es uno de los platos estrella de esta época, especialmente, del día de Navidad. Suele ser cordero lechal al horno, de unos 7,5 kilos, ya que las piezas más grandes no son tan tiernas y su sabor es más fuerte. Intxaursaltsa Foto: Coleccionista de sabores. Cuando no existían los turrones, preparaban una especie de salsa con nueces, agua, pan, bacalao y azúcar. Como la preparación era ardua, había que picar las nueces y cocerlas, la reservaban para las Navidades. Fue cambiando con los años y en la década de los ochenta Jose Mari Gorrotxategi adaptó la receta a los nuevos tiempos, haciéndola más parecida a los postres actuales: cambio el agua por leche o nata y eliminó esos ingredientes que nos resultan extraños. Es bastante diferente a la de creación inicial, aunque la nuez siga siendo la base. A ellas se les suele añadir leche, azúcar y canela.