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Iñaki Txueka Isasti

Enólogo y bodeguero

Getaria, 1953

Dirige la bodega ‘Txomin Etxaniz’ junto a sus hermanos Andrés y Ernesto. Ha dedicado gran parte de su vida a desarrollar la Denominación de Origen del ‘Txakoli de Getaria’ y lo ha combinado con su labor política. 

Dice tener diversos oficios. La relación con el vino le viene de su padre, que lo recuerda como un hombre “vitalista y de mucha fuerza”. Según indica Txueka, “fue pionero en poner el txakoli en un lugar merecido, saliéndose del localismo, trabajando las variedades ‘Hondarribi zuri’, ‘Hondarribi beltza’ y la uva ‘Chardonnay’, provenientes de la región de Champagne”.

Este getariarra marchó a estudiar química en los años 90, con una beca que recibió en Madrid. En aquel momento también estuvo tentado de ir a vivir a la próspera Venezuela de aquellos años. Pero sus hermanos Andrés y Ernesto le pidieron que les ayudara en la bodega familiar: “Ahí tomé la decisión de lanzarme y seguir la marcha que había hecho mi padre y consolidar las variedades de uva”. 

Se dedicó a desarrollar los procesos del frío, características, elaboración y la aportación de barricas de acero inoxidable. “Fue muy importante el apoyo moral para el desarrollo por parte de Xabier Irulegi y Jose Manuel Goietxea. Con ellos empezamos a consolidar la marca”, señala. 

En Gipuzkoa recuerda que existían 19 hectáreas y ellos disponían de cuatro, exactamente, en ‘Txomin Etxaniz’. “Eran los años de la entrada en la Comunidad Europea y ahí vimos la necesidad de crear una denominación de origen. El Gobierno del Estado español no entendía que con tan poco territorio quisiéramos hacer una DO, pero lo que empezamos a trabajar en el año 1986, tres años más tarde dio sus frutos”. Había doce bodegas repartidas entre Getaria y Zarautz.

Dichos años los combinó con la portavocía del Partido Nacional Vasco así como en etapas de parlamentario durante ocho años tanto en la capital del Estado español como en el senado en la Comunidad Europea: “Era joven y estaba con fuerza”, afirma. Txueka pasó por distintas fases, pero siempre que acababa una, regresaba a la bodega y llegó a ser presidente de la Denominación de Origen de ‘Txakoli de Getaria’.

Jubilado en la actualidad, echa la vista atrás y ve una evolución satisfactoria del txakoli: “El sector ha sido muy abierto y el entorno a ayudado mucho, apoyándonos entre todos y todas”. A su vez, valora el apoyo de las y los chefs, que han contribuido al prestigio de este vino blanco joven. Por tanto, ve un futuro “muy prometedor”. A pesar de preocuparle la falta de personal especializado, subraya que “en nuestra bodega sigue la siguiente generación dividida en distintos roles”.