Responsable de la gestión de ferias y mercado en Gernika
Gernika-Lumo, 1959
Juanjo, tal y como es conocido en la localidad bizkaina, lleva “la marcha” del mercado de Gernika.
La villa se encuentra en un cruce de carreteras. Aunque es difícil saber la fecha exacta del comienzo del mercado, se cree que fue con el fin de crear un punto de unión entre los distintos barrios que colindan.
Astinza cuenta que “ha habido un gran cambio” en la trayectoria del mercado a lo largo de los años. Dicha transformación se aprecia, por ejemplo, en la venta que se hacía en el mercado municipal en los años 80, donde las y los agricultores de los caseríos vendían sus productos, a la venta que se realiza en la actualidad: casa por casa o servido por distintas agrupaciones.
La feria se realiza los lunes y sábados, aunque ha bajado mucho la asistencia de público. A este respecto, Astinza afirma lo siguiente: “Los jóvenes no acuden y los baserritarras realizan la venta de otra manera”. Dichas consecuencias vienen derivadas, además, por el centro neurálgico donde se halla Gernika: “La puesta en marcha de grandes superficies comerciales ha hecho un flaco favor al tradicional”, apunta.
Actualmente, el producto que se vende está muy controlado, ya que a cualquier puesto se le solicita su tarjeta verde de producción agraria, la declaración de superficies o la seguridad social agraria. “La estrella del mercado es la alubia y el pimiento en su temporada; el resto del año el producto de cada estación. Así ha sido desde siempre”, afirma el gernikarra. La feria ganadera, en cambio, se organiza una vez al año, aunque anteriormente era con mayor frecuencia. El primer lunes de octubre, en concreto, es cuando brilla el concurso de ganado pirenaico de vaca, toro y novillo.
Respecto a la relación que tiene con la gastronomía vasca, Astinza cuenta que hay una unión con las distintas ferias que se realizan los sábados: “Son monográficas, en las que se maridan, por ejemplo, ‘Bizkaiko txakolina’ y el queso de la denominación de origen ‘Idiazabal’, así como el bacalao con los vinos de ‘Rioja Alavesa’, entre otros. Siempre hay una relación, le da vida al mercado y es atractiva para la gente joven”.
En cuanto al cambio generacional se refiere, este organizador hace una reflexión: ve que las y los baserritarras desean disfrutar del fin de semana, existen asociaciones que se organizan para realizar envíos a domicilio de producto fresco… Admite que son “otras formas”, pero para un mercado dice “no ser positivo”, puesto que antiguamente asistían en torno a 300 baserritarras y actualmente, en cambio, 150.