
Jefa de sala y propietaria del restaurante ‘Arima’ en Madrid
Urnieta, 1985
Su línea de negocio está basada en el producto, que lo adquiere en Gipuzkoa y el País Vasco francés. Irazuregi ofrece una cocina vasca con toque canalla en la calle Ponzano de Madrid.
A los 20 años esta urnietarra ya gestionaba el restaurante ‘Regata’ de Donostia. Tras un periplo por Madrid, y con la ayuda de un inversor, abrió un negocio en los Alpes suizos con 23 años.
A su vuelta, se interesó por el proyecto de ‘Sagardi’, donde aprendió todo sobre la gestión o la economía de la empresa con el fin de prepararse para su próxima aventura culinaria. Dichaexperiencia le llevó a abrir con tan solo 26 años la ‘Euskal Etxea’ de Madrid como directora. Después llegaría el restaurante ‘Illumbe’ de la misma ciudad, hasta que se decantó por abrir su propio negocio.
Después de un estudio de mercado, localizar la calle apropiada y enamorarse de la idea que tenía en la cabeza, finalmente en el año 2016 abre ‘Arima’, una pequeña isla gastronómica en la calle Ponzano.
Asimismo, dicha experiencia se puede catar también en el espacio de ‘Kea’, en Vitoria-Gasteiz, donde también se percibe el espíritu de ‘Arima’.
Irazuregi afirma que este emprendizaje constante y las distintas situaciones le han marcado su trayectoria vital. Ha tomado las oportunidades que le han llegado y reconoce que las ha aprovechado, al atreverse y no tener miedo. Un camino lleno de obstáculos, con compañeros de proyectos “que no te entienden a veces lo que es un negocio hostelero”.
Irazuregi valora mucho el vínculo con la o el productor y esa sensibilidad le hace tener una relación personal con ellos y ellas. Localiza el producto que quiere conseguir, dedicando un gran tiempo en la búsqueda del mismo: “La gestión de la compra te facilita que hayas conocido previamente al productor, conocer su casa, la huerta donde lo trabaja o su familia; ese vínculo es mucho más sensible y se produce una relación especial”.
Esta emprendedora indica que la gastronomía debería “abrir paso a las nuevas generaciones y potenciarlas; respaldadas por la generosidad de los veteranos, para pensar por y para el territorio”.